General Roosevelt Hernández acusa al presidente del grupo OPSA de orquestar campaña en su contra y denuncia “conspiración electoral”

Tegucigalpa. – El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general de división Roosevelt Leonel Hernández, lanzó fuertes señalamientos contra el empresario Jorge Canahuati, presidente del Grupo OPSA, a quien responsabilizó de liderar una supuesta campaña pública en su contra y contra la institución castrense. Las declaraciones se dieron en una entrevista concedida desde Belén, Brasil, mientras acompaña a la presidenta Xiomara Castro en una gira oficial.

En la entrevista, replicada en el portal digital de las Fuerzas Armadas, Hernández aseguró que los audios revelados por el Ministerio Público —que implican a una consejera del CNE, un jefe de bancada y un militar— son auténticos, y afirmó que detrás de la controversia existe una “conspiración electoral” que involucra intereses económicos y políticos. Según el alto mando, cinco coroneles fueron puestos a disponibilidad y otros oficiales reubicados tras detectarse irregularidades en informes internos filtrados a los medios.

El general sostuvo que la campaña mediática en su contra se origina por conflictos económicos entre el Grupo OPSA y empresas relacionadas con el Instituto de Previsión Militar. Aseguró que se trata de un entramado donde “actores públicos y privados se confunden con estructuras de crimen organizado”, utilizando lavado de activos y empresas de maletín para influir en la política nacional. Estas afirmaciones se dan pese a las directrices del Consejo Nacional Electoral (CNE), que ha instruido a las Fuerzas Armadas a no pronunciarse sobre el proceso electoral.

Hernández también explicó que las Fuerzas Armadas se preparan para custodiar el material electoral, garantizando la seguridad de urnas, kits y centros de votación, así como la infraestructura de transmisión de datos. No obstante, diversos sectores advierten que sus declaraciones evidencian una preocupante extralimitación de funciones y reflejan la tensión creciente entre el poder militar, los medios de comunicación y el sector empresarial en medio de un proceso electoral decisivo para la estabilidad institucional de Honduras.